viernes, 28 de noviembre de 2014

TEMA: UNA ADORACION VERDADERA

TEMA: UNA ADORACION VERDADERA


TEXTO: JUAN 4: 23-24
INTRODUCCION:  El pueblo de Dios debe dejar de ser un mero espectador, La participación en la adoración es vital si el pueblo de Dios quiere confrontarse y responder a la maravillosa gracia convicción y amor de Dios. Dios es un Ser real y busca a sus hijos para estrechar una relación intima y depositar su amor, el adorador se desespera de ver a su Padre, no puede vivir sin El, reconoce su grandeza su alma lo anhela, quiere corresponder su amor. Su corazón está dispuesto y listo ha ser moldeado y atento para su mandato.
En consecuente  hablaremos de cómo podemos a cercanos a Dios en una adoración verdadera y recuerda este pasaje Bíblico:
“Dios es Espíritu, y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren”. Juan 4:24

I.-  ADORACION
(heb., shahah, inclinarse, postrarse; gr., proskyneo, postrarse,


reverenciar)
ADORAR.- (D.S) Reverenciar con sumo honor o respeto a un ser, considerándolo como cosa divina.
ADORAR.- (d.t) honor, reverencia y homenaje dado a seres o poderes
Superiores, sean hombres, ángeles o Dios.
 Es la determinación de la búsqueda de Dios, tener intimidad con el Creador reconociendo su   grandeza, su poderío y  su majestad.
 La adoración es el postramiento de todo nuestro ser. Es dejar morir nuestra voluntad el reconocimiento del Altísimo. Dando lugar a un nuevo estilo de vida en la fe, dependencia y la obediencia en la sujeción absoluta de Dios.
La adoración verdadera es tener una actitud correcta, clara, honesta y transparente. Con sinceridad, sin mascaras ni hipocresía. Una vida santa atrae la presencia de Dios y el Padre se goza en tener esta comunión derramando sus bendiciones y su santa unción
II.-COMO LLEGAR  A SER UN  ADORADOR  VERDADERO  
     A)     SER  HIJO  DE  DIOS
Primeramente debe haber experimentado el verdadero nacimiento, Jesús le dijo a Nicodemo lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu , espíritu es. Juan 3:6. El recibir y creer en Dios nos hace hijos de El. Juan 1:12. Y por cuanto sois hijos, Dios envió a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama ¡Abba, Padre! Gálatas 4:6 y el mismo Espíritu Santo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijo de Dios.
 La verdad inicial de empezar un dialogo sincero y de entrega es de tener en nuestro corazones la convicción que somos Hijos de Dios. Empezara en nosotros el deseo de estar con el Padre como un niño recién nacido que no soportar estar alejado de sus padres.
     B)    Desesperación de conocer la Palabra de Dios

El deseo ferviente de conocer la palabra de Dios mejora nuestra calidad de vida en las relaciones personales con Dios y con los demás. Ejemplo Si no sabes que Él es fiel, ¿Cómo podrás decirle: Señor eres fiel?. Por eso es indispensable desarrollar una relación íntima, amorosa y fresca cada día con Él escudriñado y  meditando su palabra”.
(Juan 5:39)Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí.
      C)      La actitud del corazón

No cabe duda que a Dios le interesa un corazón determinado en la búsqueda de El. Reposar su fresco amor en el jardín de la adoración.
“Dios no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos pero Jehová mira el corazón”. 1 Samuel 16:7
David deposito su palpitar en Dios, cuyos salmos nos dan una descripción de las experiencias y actitudes por las que el escribía él tenía un profundo anhelo de tener una comunión con Dios. Se desesperaba en estar con Él, su alma estaba sedienta de Dios.
Dios, Dios mió eres tu; De madrugada te buscare; Mi alma tiene sed de ti, mí carne te anhela. Salmos 63:1
Este salmo me rompe el corazón y me avergüenza ya que a mi me cuesta levantarme en la madrugada, pero el corazón de David estaba dispuesto a hacerlo.
D)- Rodear el altar con gratitud

Una intimidad profunda con Dios determina en nosotros un reconocimiento de gratitud de la multitud de sus misericordias. Y la obra misma de darnos vida eterna por medio de Cristo.
Por ello es bueno entrar al altar con gratitud expresando los beneficios del Omnipotente sobre nuestras vidas. Entrar victorioso confiado en El con lagrimas y alabanzas que simbolizan nuestra gratitud.
El diccionario define gratitud como Sentimiento que nos obliga a estimar el beneficio o favor que se nos ha hecho o ha querido hacer, y a corresponder a él de alguna manera.
Entrad por sus puertas con acción de gracias, Por sus atrios con alabanza; ala-badle, bendecid su nombre. Porque Jehová es bueno; para siempre es su miseri-cordia, Y su verdad por todas las generaciones. Salmos 100:4,5
Entrar con alabanza honrado su nombre, bendiciendo su majestad, elogiando con versos su precioso nombre, porque El se merece toda la adoración, alabanza, gratitud, muchas veces nos quedamos cortos en decir lo que Dios ha hecho en nuestras vidas y solo nos queda derramar lagrimas
      D)     Limpiar el corazón para ver a Dios (Mt 5:8)

Para ver a Dios el corazón debe estar limpio. David siempre en sus oraciones decía “examíname mi corazón” es necesario resolver el asunto del co-razón.
“Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie vera al Señor” He. 12:14
¿Cómo vamos a limpiar el corazón?
1.- Dejando a un lado de las obras de la carne.
El apóstol Pablo en Romanos 8:9 dice que nosotros no vivimos según la carne sino según el Espíritu de Dios por tanto las obras de las carne debemos hacer morir, no debe estar en nosotros. Estas obras nos aleja de Dios.
Para estar con Dios es necesario que uno este limpio de manos y de corazón
“ ¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y quien estará en su lugar santo?
El limpio de manos y de corazón” Salmos 24: 3-4

2.- Tener una vida de Santidad
La voluntad de Dios es vuestra santificación (1 Ts 4:3). La santificación implica una purificación.
La verdadera necesidad de santificación debe conducirnos a dar plena libertad al Espíritu Santo , para vencer la naturaleza caída con sus pretensiones de volver a gobernar nuestra voluntad.


III.- ¿COMO   DEBEMOS DE POSTRARNOS  ANTE   DIOS
A. Con temor y reverencia
En Hebreos 12:28 nos muestra que Dios se agrada cuando le servimos con temor y reverencia, Es mostrase con respeto, es apreciar su Nombre. Cuando hablamos de temor de decir que Dios es Todopoderoso.
Vamos a Dt. 10:12 nos habla :
¿Qué pide Jehová tu Dios de ti, sino que temas a Jehová tu Dios que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas Jehová tu Dios con todo el corazón y con toda tu alma.
Acercarse a Dios con temor y reverencia es tener un actitud de mucha deli-cadeza entrar al rincón íntimo. Es postrarse con temor y confianza sobre la base del amor de Cristo.
B. Con el corazón humillado
En Santiago 4:6 Dios resiste a los soberbios y da gracias a los humildes.
La humildad es una característica de un adorador, es despojarse de uno mismo y reconocer nuestra condición humana.
En Salmos 51:17. Un corazón contrito y humillado no despreciara Dios.
C. Rendido ante Dios.
Es entregarse por completo a Dios. Disfrutar del gozo que nos da El

IV.-CONCLUCION
Un corazón ardiente en la búsqueda de Dios, el anhelo de estar con El es lo que determina ser un adorador verdadero. No se trata de tener una buena voz o los decorativos ceremoniales, es un asunto del corazón.
Reflejar nuestra condición frente al poderío de Dios, que obliga a postrarse delante de El, rodear todo nuestro ser en la correspondencia de su gran amor.
Dios busca a sus hijos para tener una relación estrecha, él quiere compartir sus bendiciones y mostrar los anhelos de su corazón . Con esta verdad podremos gritar ¡Padre aquí estoy!, alabar con palabras de verdad, entregar nuestra vida para que Brille El y no la arrogancia nuestra. La adoración producirá un avivamiento personal de la perfección gloriosa de las manos de Dios y poder decir como el apóstol Pablo:
“Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a si mismo por mi”. Gálatas 2:20
V.-APLICACIÓN 






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