ESPÍRITU DE ENOJO Y CELOS
La victoria de David contra Goliat,
se produjo como resultado de la fe de este hacia Dios. David tenía un corazón
conforme al corazón de Dios. El reconoce que el gigante desafiaba no solo al
ejercito de Israel, sino a Dios mismo, el Espíritu Santo estaba sobre David con
gran poder, y todo lo que el emprendía el señor lo respaldaba, ¡estaba con Él
como poderoso gigante!, sus triunfos y victorias eran cada vez más notorias
ante Dios, ante los hombres...
y el pueblo, pero el rey Saúl comenzó
a ver con desagrado todo esto.
A tal punto que en su mente se
empezaron a generar pensamientos de enojo y celos, pensamientos contrarios al
Espíritu del Señor, esto provoco ira y confusión. La mente de Saúl empezó a
distorsionar la verdad y fue enfermando espiritualmente, cuando el cerebro
humano desvaría, se produce dentro de la mente una visión de la realidad
equivocada, la mente genera una distorsión, y transforma a su entorno en un
lugar de tormento. Cuando el enojo pasa de de un día entero se transforma en
pecado contra Dios y atrae como consecuencia el rencor.
Aquí podemos ver como su enojo,
produjo dos espíritus dañinos, la envidia y los celos, ambos pecados que pueden
llevar a tener pensamientos de maldad y homicidio. V.10 dice que un espíritu
malo de parte de Jehová fue enviado contra Saúl, pero la interpretación de este
texto es que el señor permite que un demonio prevaricador tome la mente de
Saúl, este espíritu de maldad se conoce como desvariación mental. Puede
referirse a profecías falsas, o delirios demoniacos. La palabra celos traducida
al hebreo significa cólera, envidia, pasión desmedida por algo en foma negativa.
Traducida en el buen sentido, la frase "el celo de Jehová de los ejércitos
" 2ª reyes 9-31 significa celosa preocupación por el pueblo, celar algo
con el celo de Dios es bueno, todo lo que de Él viene es bueno. Pero los celos
en el sentido negativo producen amargura de espíritu, es un arma diabólica,
destructiva que puede llevar al homicidio o suicidio.
David era un adorador, ¡adoraba a
Dios en espíritu y en verdad! y estaba en la presencia de Jehová, pero Saúl
desvariaba por toda la casa porque el espíritu malo había tomado posesión de
él. En su desvarío toma una lanza , el espíritu de homicidio comenzó a tomar el
control, cuando los celos no pueden controlarse, se vuelven enfermizos y un
espíritu posesivo toma a la mente para destruir.
Saúl temía a David, sabia que la
presencia de Dios estaba con él, cuando en un hijo de Dios nace esta raíz de
amargura debe decirlo y ayunar para que esto se vaya de su mente, porque si ese
espíritu, toma el control se aloja en el alma donde habrá posesión diabólica,
es por eso que muchos caen de la gracia de Dios y cuando son ministrados se
manifiestan aun siendo templo del espíritu santo blasfeman contra Dios mismo al
sentir celos, ira, envidia y aun sentimientos de homicidio.
V- 14 la prudencia de David hacia
temer a Saúl, porque sabia que la presencia de Dios estaba con él. Muchos
querrán lo que tu tienes, otros , trataran de sacarte lo que tienes, pero si
prevalece la prudencia en ti debes saber que Dios peleara por nuestras causas,
él despojara al celoso aun de su propias cosas o talentos y se los dará al
justo.
Veamos en esta historia, que
realmente la presencia de Dios, estaba con David, Saúl, perdió su reinado y su
corona por " celos amargos" y David, el pastor de ovejas fue rey de
Israel. Que maravilla, ¡gloria a Dios!. Piensa en esto: "Nadie que peleo
contra Dios gano". Nunca sientas celos ni envidia de nada, ni de nadie, el
Señor reparte talentos , dones, riquezas, belleza, unción, a quien Él quiere.
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